lunes, 7 de octubre de 2013

Laguna de las madres

Agua, muchos patos, columpios y toboganes, barcas de remos y una senda botánica es lo que ofrecen estas lagunas semiartificiales. Muy apropiadas para acercarse con los más pequeñines.

Las orillas del río Jarama, en el sureste madrileño, parecen un queso de gruyer. Los profundos agujeros excavados para la extracción de áridos acaban inevitablemente por encharcarse cuando las máquinas alcanzan el nivel freático. Y entonces se abandonan. Así ha sucedido una y otra vez. Diez años se tardaron en recuperar una de estas antiguas graveras. Para regenerar el medio se reprodujo un ecosistema palustre (de agua dulce), ahora todavía en fase juvenil. Se plantaron junto al agua carrizos y eneas y un tupido arbolado en sus márgenes. En total podemos encontrar dos lagunas para explorar con los peques y una amplia zona de recreo con juegos infantiles incluidos para que los niños se explayen a sus anchas.
Se ha vallado la zona y se ha preparado una zona de aparcamiento exterior. El recinto dispone de columpios, una enorme cantidad de patos domésticos a los que podemos dar de comer –venden una bolsita de maiz en la entrada- y diferentes ofertas de ocio. Un sendero de tierra rodea a la laguna y puede darse un paseo circular de unos tres kilómetros. 
Entre la vegetación de las charcas se esconde una gran cantidad de aves acuáticas.Algunos patos, como el ánade real, se dejan ver con más facilidad que otros, más tímidos y huidizos. Pero a todos se les puede oir: el quicauc de las fochas, que al menor ruido levantan el vuelo, o el criic ronco y penetrante de las pollas de agua, que no paran de bucear, el cuac de los patos, que siempre piden más comida. Algunas aves pasan todo el invierno en las lagunas; otras, sin embargo, sólo están de paso, y la mayoría de ellas prefiere quedarse a lo largo de todo el año. Desde los balcones de madera construidos en la orilla se ven con más facilidad, aunque haya ruido.
Como complemento, en este lugar se ha acondicionado una senda botánica. Es decir, cada árbol y arbusto está catalogado, y en un cartel adjunto, se comentan sus cualidades. Todos conocemos, por ejemplo, los poderes curativos de la planta del romero, pero pocos saben e la toxicidad de las adelfas, planta, por otro lado, muy común en nuestro entorno. Aparte de la gran variedad de chopos que podemos ver, se encuentran en esta zona árboles de origen tan lejano como el melia del Himalaya junto a otros cuya imagen nos resulta tan próxima como el madroño.
Características:
*Parking exterior gratuito
*Servicios públicos
*Restaurante, puesto de helados y máquinas de refrescos
*Mesas y bancos por toda la zona. Hay sombra abundante.
*Se puede montar a caballo y practicar el tiro con arco.
*Se puede pescar y llevar bicicletas
*Itinerario botánico con carteles indicando diferente especies vegetales
*Alquiler de barcas
*Cómodo para el bebé en carrito
*No se pueden llevar perros
Si el día es soleado llevar gorros y cremas solares. Chanclas para los niños. En una de las orillas pueden jugar con el agua siempre con vigilancia de un adulto. Está prohibido el baño, según se indica, la laguna tiene 15km. de profundidad.

¿SABÍAS QUÉ...? Las cigüeñas construyen su nido recién empezado la primavera. Unas prefieren las copas desmochadas de los fresnos; otras los tejados de las iglesias, los postes o las torretas de conducción eléctrica.

Época recomendada: La mejor época es primavera. 
Dirección: ctra. a Chinchón M-832, km 1,8, Finca Las Madres - 28500 Arganda del Rey (Madrid)
Página web: www.lagunasdelasmadres.com

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