Ni que decir tiene que el punto fuerte del Planetario son sus llamativas producciones audiovisuales y su sofisticado equipo óptico, que reproduce el espacio en una cúpula de 17,5 metro de diámetro. Desde la butaca uno tiene la sensación de estar más cerca de las constelaciones, y hasta de realizar un viaje por el tiempo y el espacio. Se puede ver el cielo estrellado de dentro de mil años, o el que vieron nuestros antepasados, y también descubrir los planetas más lejanos del sistema solar. La inmersión en la astronomía es todo un espectáculo, una experiencia fantástica y apasionante. Junto al vestíbulo se proyectan continuamente audiovisuales sobre temas astronómicos en una pantalla semiesférica. En la misma sala pueden verse una serie de imágenes enviadas por el Voyager II, lanzado en 1977. Todo un programa indicado para quienes quieran conocer los principios básicos de la astronomía.
En la planta inferior del edificio se exhiben temporalmente interesantes exposiciones de contenido científico, pero no por ello exentas de atractivo para los niños. El color del universo es una de ellas. Con el fenómeno de la luz como tema central, los niños aprenden de forma interactva conceptos tan áridos y abstractos como la longitud de onda viendo cómo vibra una cuerda. Con sólo apretar un botón comprenden el fenómeno de la absorción de la luz, o atravesando el túnel electromagnético llegan a reconocer las distintas longitudes de onda del espectro luminoso.
Durante fechas especiales se organizan observaciones en la explanada exterior del centro para contemplar el paso de cometas, lluvias de estrellas, constelaciones, perseidas, etc.
Como consejo os recomendamos que si decidís participar en alguna observación llevéis una manta o esterilla aislante, ropa de abrigo (aunque sea verano) y unos prismáticos.
Además podreís disfrutar de sus grandes praderas en las que jugar al fútbol o disfrutar de sus cuatro estanques utilizados por aficionados al modelismo, además del cine de verano en época estival.
ADEMÁS
Fuera del planetario, en el recinto del parque Tierno Galván se encuentra también el original Museo de Ángel Nieto donde se conservan recuerdos suyos y las máquinas que utilizó en sus carreras. Motos, guantes, trofeos, cascos y un vídeo de sus momentos estelares completan la exposición.
¿SABIAS QUÉ...? Las estrellas nacen, brillan durante muchos años y luego desaparecen. Nuestro sol es una estrella, y algún día también desaparecerá. Dentro de 250 millones de años será 500 veces más luminoso que ahora y se habrá tragado todos los planteas de su alrededor, incluida la Tierra.
Dirección:Avda. del Planetario, 16, parque Tierno Galván - 28045 Madrid
Transporte: Metro: Méndez Álvaro
Página web: www.planetmad.es
